(De Primera) El partido amistoso entre Irapuato y Guadalajara, disputado este domingo en el «Sergio León Chávez» y que terminó con derrota local por 4-0, se vio marcado por múltiples hechos de violencia dentro y fuera del estadio. Desde antes del inicio se registró un primer enfrentamiento entre las barras de ambos equipos, lo que obligó a la intervención de corporaciones policiales para evitar que el conflicto escalara.
Durante el encuentro continuaron las riñas en las gradas, con varias personas detenidas por los equipos de seguridad. A pesar de las restricciones, se encendieron bengalas y pirotecnia, lo que elevó el riesgo para los asistentes, incluidos menores de edad presentes durante los disturbios.
Al finalizar el partido, la violencia se trasladó al exterior del inmueble, especialmente sobre la calle Grillito Cantor, donde los insultos entre aficionados derivaron en agresiones físicas y lanzamiento de piedras y botellas.
Elementos de seguridad implementaron un operativo para dispersar a los grupos y proteger a terceros. Dos policías resultaron lesionados durante la intervención, aunque no requirieron traslado hospitalario.
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