(Tomado de la Red) Uno de los íconos más grandes de la lucha libre internacional ha partido, dejando tras de sí un legado que permanecerá intacto. Hulk Hogan falleció a los 71 años. En semanas recientes circulaban rumores de que se encontraba en su “lecho de muerte”.
La mañana de este jueves, su mánager confirmó a NBC que el histórico luchador fue encontrado sin vida en su residencia de Clearwater, Florida. La WWE también emitió un comunicado confirmando la noticia.
“WWE está profundamente consternada al enterarse del fallecimiento del miembro del Salón de la Fama Hulk Hogan. Hogan, una de las figuras más reconocibles de la cultura pop, ayudó a que la WWE alcanzara reconocimiento mundial durante la década de 1980”, publicaron en su cuenta oficial de X.
De acuerdo con su mánager, Chris Volo, alrededor de las 7:00 a. m. los paramédicos acudieron a la casa del luchador tras recibir un reporte. Al llegar, encontraron a Hogan sin signos vitales.
Los primeros informes señalan que la causa del fallecimiento fue un paro cardíaco.
Desde hace meses existían rumores sobre un deterioro en su salud. Apenas el mes pasado había sido hospitalizado por dolores persistentes en el cuello y la espalda, lo que generó especulaciones sobre un estado crítico. Sin embargo, en ese momento su equipo negó que la situación fuera grave.
Terry Gene Bollea, conocido mundialmente como Hulk Hogan, fue mucho más que un luchador profesional. Se convirtió en un referente de la lucha libre y en una figura que transformó para siempre la historia de la WWE.
Debutó en 1977, pero alcanzó la fama internacional en la World Wrestling Federation (WWF) en la década de 1980, cuando la lucha libre vivía una explosión mediática sin precedentes.
Su físico imponente, su inconfundible bigote rubio, el pañuelo en la cabeza y su frase célebre “Whatcha gonna do when Hulkamania runs wild on you?” lo llevaron a convertirse en una superestrella mundial
El fenómeno conocido como Hulkamanía nació en 1984, cuando derrotó a The Iron Sheik para conquistar su primer campeonato de la WWF. Aquella victoria inició una etapa dorada para la compañía y para el propio Hogan, quien se transformó en la cara más famosa de la lucha libre a nivel global.
En un momento en que la televisión por cable y los eventos de pago por evento apenas comenzaban a expandirse, Hogan se convirtió en el embajador ideal de la WWE, llevando este deporte a la cultura popular. Fue también la figura central del primer WrestleMania en 1985, un hito que consolidó a la empresa como la más grande del entretenimiento deportivo.
Durante su carrera, Hulk Hogan conquistó 12 campeonatos mundiales: seis en la WWE y seis en la WCW.
Además, fue el primer luchador en la historia de la WWE en ganar dos Royal Rumble consecutivos (1990 y 1991).
En 2005, su trayectoria fue reconocida con su ingreso al Salón de la Fama de la WWE, donde fue ovacionado por una generación entera de fanáticos.
Hulk Hogan fue mucho más que un campeón; fue el rostro de toda una era. Su partida marca el final de un capítulo dorado, pero la Hulkamanía y su influencia seguirán vivas en la memoria colectiva de la lucha libre.
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