
(Tomado de la Red) Con un contundente 3-0 sobre el Atlas en la Ciudad de los Deportes, las Águilas del América, dirigidas por André Jardine, han conseguido su segundo triunfo de la semana, recordando poco a poco el estilo de juego que les permitió dominar el futbol mexicano por un año.
Después de un inicio de temporada incierto, Jardine parece haber encontrado la fórmula para recuperar la memoria futbolística de su equipo. Las victorias han vuelto, pero aún queda camino por recorrer para que el América vuelva a ser el implacable dominador de los partidos, controlando el juego de principio a fin. No obstante, en ciertos momentos del partido contra Atlas, las Águilas mostraron destellos de aquel “futbol champagne” que maravilló durante el Apertura 2023 y el Clausura 2024.
El primer gol del América fue una muestra clara de ese retorno a su mejor versión. Rodrigo Aguirre, reciente incorporación al equipo, dejó su sello con una espectacular anotación de taquito dentro del área, superando a un Camilo Vargas que no tuvo nada que hacer ante la genialidad del atacante.
Por otro lado, el Atlas no apareció en el partido. Llegaron apagados al estadio, al igual que en el hotel donde se hospedaban en la Ciudad de México, y el panorama para los rojinegros empeoró cuando Gaddi Aguirre fue expulsado por una doble amonestación en menos de diez minutos. Jugar con un hombre más relajó al América, y esto, paradójicamente, le quitó brillo al encuentro.
Ya en el segundo tiempo, la desventaja numérica del Atlas les pasó factura, y el América aprovechó para sellar el marcador con otros dos golazos. El primero de ellos fue obra de Víctor Dávila, quien en su debut como americanista se estrenó con un gol. El chileno demostró su calidad y aprovechó su oportunidad para sumarse a la fiesta ofensiva del equipo.
El broche de oro lo puso Brian Rodríguez, quien cerró la cuenta con un golazo más. Los tres tantos de la noche fueron dignos de un equipo que, poco a poco, trabaja en recuperar su memoria futbolística y volver a ser ese conjunto que no solo ganaba, sino que gustaba y goleaba.

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