(Agencias) En una de sus mejores exhibiciones durante su refulgente trayectoria en playoffs, Stephen Curry logró 43 puntos para conducir el viernes a los Warriors de Golden State a un triunfo por 107-97 sobre los Celtics de Boston, igualando a dos triunfos por bando las Finales de la NBA, que ahora volverán a San Francisco.
Dos noches después de lastimarse un pie durante la derrota en el tercer encuentro, el astro, dos veces nombrado el Jugador Más Valioso de la NBA, pisó fuerte y se abrió paso para conseguir su tercera mayor cifra de puntos en un partido de postemporada.
Añadió 10 rebotes y realizó un par de encestes durante un ataque de 10 puntos sin respuesta en el cuarto periodo. Esa racha convirtió una ventaja de cuatro puntos de Boston en un marcador de 100-94 a favor de Golden State.
Los Celtics fallaron seis disparos consecutivos durante ese tramo.
Sólo en otro partido de las Finales Curry ha conseguido más puntos.
Andrew Wiggins sumó 17 unidades y 16 rebotes por los Warriors, que serán anfitriones en el quinto partido, previsto para el lunes. Golden State ha ganado al menos un encuentro de visita en 27 series consecutivas de playoffs desde 2013. Se trata de un récord de la NBA.
Los Warriors tendrían también la ventaja de local en un séptimo duelo, en caso de que fuera necesario.
Jayson Tatum sumó 23 puntos y 11 rebotes por Boston, pero atinó sólo un tiro en el cuarto periodo, pese a jugarlo completo. Jaylen Brown contabilizó 21 unidades y Robert Williams III atrapó 12 rebotes.
Marcus Smart, quien anotó 18 tantos, acertó un triple que dio a los Celtics la ventaja por 94-90 con sólo cinco minutos restantes. Sin embargo, Boston falló seis disparos seguidos y no volvió a anotar sino hasta que faltaban 1:18 minutos, luego que Curry había aportado una flotadora y un triple para dar a los Warriors una delantera de 100-94.
Curry fue más expresivo de lo habitual. Levantó los brazos cuando no se marcó una supuesta falta, respondió al público que llenó el TD Garden y mostró los biceps para festejar un enceste relevante.
En vez de volver a casa al borde de la eliminación, los Warriors lucen más cerca de lo que sería un cuarto título de la NBA en ocho años.